30/3/11

JAPON - ¿HEROES O SACRIFICIO?




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El sacrificio de los

"samuráis nucleares"

Revelan detalles sobre las condiciones en que trabajan los 400 técnicos de Fukushima I

Miércoles 30 de marzo de 2011 | La Nación | Buenos Aires

TOKIO.- Los llaman los "héroes de Fukushima" o los "samuráis nucleares", pero hasta ahora era poco lo que se sabía sobre las sacrificadas condiciones en las que trabajan los técnicos en la dañada central atómica japonesa.

Ayer, las autoridades de la agencia de seguridad nuclear japonesa (NISA) revelaron algunos detalles sobre la peligrosa misión que realizan los operarios.

Según Kazuma Yokota, una de las autoridades de la NISA, en la planta de Fukushima I trabajan actualmente unas 400 personas. Además de los operadores de la Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa que administra la planta, hay varios expertos contratados de otras compañías.

Los especialistas empiezan el día a las 6. Antes de ir a trabajar, para desayunar cada uno recibe 30 "galletas de supervivencia" y 180 mililitros de jugo de fruta, equivalente más o menos a un vaso, según la agencia de noticias Kyodo.

Los expertos no reciben un almuerzo. Hasta el 22 de marzo se les daba además una botella de 1,5 litros de agua mineral al día, pero, a partir del 23, empezaron a llegar más bienes a la central nuclear, y ahora los técnicos pueden pedir una botella adicional.

La jornada de los trabajadores es ardua: intentan estabilizar los reactores, extienden cables para restablecer la electricidad, despejan escombros y ponen en funcionamiento los sistemas de refrigeración, mientras los problemas de filtración se multiplican.

Los "héroes" regresan a sus hospedajes a eso de las 17, cuando empieza a oscurecer. "Están destrozados cuando terminan de trabajar", añadió Yokota.

La cena consiste en raciones magras de arroz precocido, listo para ser mezclado con agua caliente, y una lata con carne de pollo o pescado para cada uno. Los operarios sólo pueden comer alimentos empaquetados y se los deben meter rápidamente en la boca para evitar la radiación.

"No creo que estén suficientemente nutridos a través de la comida que reciben", dijo Yokota, según la revista Sankei Sports .

A las 20 se celebra una reunión en la que los expertos informan sobre su día de trabajo. Al final del encuentro, se estableció una especie de ritual: los trabajadores aplauden, y corean: " ¡Gambaro! [¡Sigamos adelante!]".

Los técnicos duermen en salas de conferencia y en los pasillos de la central. Antes de cubrirse con sus mantas habituales, se envuelven en paños de plomo para protegerse de la radiactividad.

El aire que rodea la planta está tan contaminado por la radiación que los trabajadores deben llevar máscaras, incluso cuando están en el interior de lo que se llama la sala segura, donde duermen y comen.

La mayoría de los expertos trabaja una semana hasta ser sustituidos. Los técnicos no pueden utilizar teléfonos celulares para hablar con sus familiares, ya que no tienen señal en la planta. "Los trabajadores dan lo mejor de sí, pero ni siquiera pueden hablar con sus familias", los elogió ayer Yokota.

Riesgos

Más de una docena de trabajadores resultaron heridos durante las tareas. De hecho, el jueves pasado dos trabajadores fueron hospitalizados luego de sufrir quemaduras en los pies y tobillos por estar en contacto con agua radiactiva.

El vocero del gobierno japonés, Yukio Edano, reconoció que podía hacerse más por los trabajadores, pero dijo que la prioridad tenía que ser impedir un desastre en la planta. "Hemos estado haciendo todo lo que pudimos por los trabajadores, pero no ha sido bastante, porque hemos puesto nuestra prioridad en la contención del accidente", añadió. Edano reconoció, además, que la rotación de los trabajadores no "era suficiente".

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